martes, 10 de julio de 2012

Nuestras pequeñas catedrales: Santa María de Sigüenza.

En España, cuando escuchamos la palabra "catedral" seguramente nos vengan a la cabeza las grandes y bellas como las ubicadas en Santiago, León, Segovia, Toledo, Sevilla o ambas de Barcelona, entre otras muchas pertenecientes a nuestro patrimonio arquitectónico (y artístico).
La sombra de estos grandes monumentos es muy larga y, en ocasiones, tapa a otras catedrales más pequeñas, pero igualmente importantes, con su historia y su belleza. A lo largo de nuestra geografía existen numerosas catedrales dignas de ser visitadas, pero que no tienen tanto nombre.
A las que he ido personalmente, suelen tener un estilo muchísimo menos recargado, aun perteneciendo a épocas donde los detalles eran una de las principales características de su arquitectura.
En un par de entradas os voy a presentar dos pequeñas catedrales pertenecientes a uno de los estilos que más me gustan, el románico. Aunque como en prácticamente cualquier lugar de culto de grandes dimensiones (y pequeñas), o bien presentan añadidos posteriores o se terminó su construcción más tardíamente.

La primera de ellas se encuentra a poco más de hora y media de Madrid. Se trata de Santa María de Sigüenza. En este caso, se construyó a caballo entre el románico y el gótico. Dado que el interior es básicamente posterior al románico, en este caso el tiempo se lo voy a dedicar a la imagen que tenemos desde el exterior.



Entre dos torres de aspecto defensivo se encuentra la primera fachada que seguramente veamos al llegar al casco antiguo. Actualmente se entra a la catedral desde allí, pensando que más que a un lugar dedicado al culto entramos a otro sitio sombrío dedicado a la guerra. Pero nada más lejos de la realidad (dejo que esto lo descubran ustedes).



La otra fachada que se puede observar se encuentra junto a la Plaza Mayor. Bajo un gran rosetón se encuentra un pórtico de estilo neoclásico. Sin embargo, se puede decir que la estructura de mayor importancia de esta fachada es una estilizada torre que servía de atalaya para dar aviso a los soldados del castillo. Esta torre actualemnte sólo está decorada por los agujeros que dejaron las balas de no hace muchos años.



Tras un pasadizo se puede observar la gírola casi, casi al completo. En el caso de esta catedral, las casas aledañas nos impiden ver más del exterior de la catedral.
Pero lo bueno es que el pueblo presenta otros atractivos en forma de edificios emblemáticos, e incluso callejeando aunque se nos haga cuesta arriba.



En la siguiente entrada visitaremos el interior de otra de nuestras pequeñas.

P.D: En principio serán sólo estas dos, pero si a la gente le gusta y veo que se me da más o menos bien, podré dedicarle una entrada a otras pequeñas catedrales.





7 comentarios:

  1. Excelentes fotografias de belo Património....
    Cumprimentos

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    1. Muchas gracias.

      Podrían ser mejores, pero había muchos coches.

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  2. Pon las otras entradas en todo caso, disfrutarás tú el primero.

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    1. Cuando más se disfruta es en directo. Y por ello, en uno de tus viajes madrileños te pensamos llevar por allí. Además se puede hacer alguna ruta si nos lo proponemos relativamente cerca de allí.

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  3. Con tanto patrimonio como hay en nuestro pais, es cierto que muchas pequeñas-grandes obras arquitectónicas como la que hoy nos muestras pasan casi desapercibidas.
    No sólo es imponente esa 'Sta. María' que tan bien has retratado... todo Sigüenza lo es y bien merece ser descubierto.
    Un saludo desde Pucela.

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    1. Como bien dicis Sigüenza merece ser descubierto. Pero eso se lo dejo, en principio, a los lectores. No tiene nada que envidiar a otras ciudades "medievales" cercanas a Madrid.

      Muchas gracias por el comentario. Un saludo.

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  4. Sigüenza es una pasada, y la catedral no es menos. Es vistosa y a la vez sencilla, digna de ver :)

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